La Vila y el mar
La Vila Joiosa, su gente y su historia ha estado marcada por el mar. Sus doce kilómetros de costa con sus trece playas, la tradicional industria pesquera, sus astilleros Reales que alcanzaron en 1860 la segunda matrícula naval de España, su importancia a lo largo de la historia como puerto principal de la zona tanto de pasajeros como de mercaderías… son algunos datos que nos permiten comprender la cómo el mar ha forjado el devenir de este pueblo y sus gentes. Por eso La Vila Marinera es un paseo, una visita obligada para todos los que quieran conocer y entender el carácter abierto, y la idiosincrasia de este pueblo de la Costa Blanca.
La fachada marítima de La Vila Joiosa está llena de color e historia. Hay varias opciones para acceder al paseo marítimo de la ciudad en el que encontramos la Playa Centro. Una playa de arena y con más de 1,5 kilómetros de longitud. Recomendamos la bajada por la Costera de la Mar, que nos permite contemplar las murallas renacentistas que rodean el Casco Antiguo de la ciudad, uno de los mejores conservados de la Comunitat Valenciana. Esta bajada nos sitúa frente a la estatua del Dr. Esquerdo, vilero insigne que fue Jefe nacional del partido Republicano y padre de la psiquiatría moderna, y que da nombre al paseo marítimo.
La parte norte del paseo marítimo nos acerca al Centro Histórico de la ciudad, al barrio de pescadores que pintaban sus casas de diferentes colores para poder diferenciarlas desde el mar. Una atractiva y colorida fachada marítima que nos invita a adentrarnos por las callejuelas y descubrir cada uno de los rincones y encantos de este casco antiguo ejemplo de la policromía tradicional del Mediterráneo occidental junto a Malta, Girona o algún barrio veneciano.
Si seguimos el paseo hacia el norte llegamos a la zona del Arsenal, donde desemboca el río Amadorio. La regeneración y adaptación del cauce del río como parque lo han convertido en una hermosa y agradable zona de paseo desde donde contemplar la estampa más fotografiada y más ‘famosa’ de La Vila Joiosa, las casas de colores sobre la muralla renacentista.
La parte sur del paseo nos permite recorrer toda la Playa Centro siguiendo una ruta cultural que nos permite conocer algunas de curiosidades del pasado reciente de La Vila Joiosa, como el Balneario Neptuno o el Faro que se encontraban en esta playa pero que desgraciadamente desaparecieron a lo largo del siglo XX. El final de la playa se denomina ‘Basseta l’Oli’ (Balsita de aceite) por la tranquilidad de sus aguas y de hecho en esta zona está el punto de ‘Playa accesible’ que en su día fue pionero y que permite a personas con movilidad reducida la oportunidad de disfrutar durante el verano de refrescantes baños en el mar.
Siguiendo el paseo marítimo, junto a la Playa Centro, encontramos el puerto deportivo. El Club Nàtic La Vila, fue fundado en 1964, con el objetivo de encauzar las aficiones al deporte del mar en todas las modalidades. Finalidad que ha cumplido con creces puesto que en sus instalaciones, con su ‘Escola de Mar’, se aprenden y practican innumerables deportes náuticos como kayak, vela, buceo, remo, windsurf.
Además cuenta con diferentes equipos que han conseguido grandes títulos a nivel nacional y mundial en diferentes modalidades, y también es club organizador de eventos nacionales e internacionales como la Eurochallenge de Kayak, de manera anual el mes de Mayo, o el Campeonato de Europa de Kayak de 2018.
Desde 1995 recibe anualmente la ‘Bandera Azul’ como distintivo por el cuidado y mejora de las instalaciones y sobre todo por impecable gestión bajo parámetros de cuidado del medio ambiente, como el reciclado de residuos o la programación de actividades de protección del entorno y ambientales.
Frente al puerto deportivo observamos el puerto pesquero al que accederemos siguiendo nuestra ruta por el paseo marítimo. Antes de llegar al puerto encontramos los ‘Astilleros Santa Marta’ como recuerdo de la importancia que tuvo la construcción naval en La Vila Joiosa. Desde el siglo XV los astilleros estaban en el arsenal y en ellos se construyeron barcos para la Corona y los Corsarios, pero durante la I Guerra Mundial se construyeron las mayores goletas y pailabotes, veleros de cerca de 400 toneladas que necesitaban mucha profundidad para su botadura por lo que en 1918 se trasladan a esta zona denominada Alcocó.
Fue poco antes de trasladar los astilleros a esta zona, en 1911, cuando aprovechando la visita del rey Alfonso XIII los vileros le pidieron un puerto. Antes los barcos fondeaban en la Playa Centro, frente al casco antiguo.
El rey atendió la petición y en 1917, el ingeniero Juan Diamante, redacto el proyecto. Aunque las obras se iniciaron en 1921 no sería hasta la década de los 40 cuando se acabaron las obras de la primera fase del puerto de levante. En 1960 se amplió el puerto con el abrigo del muelle de poniente, el puerto deportivo y el club náutico.
Este puerto acoge en la actualidad a una flota de 38 embarcaciones, treinta de pesca de arrastre y ocho de trasmallo. Cada tarde las barcas regresan a puerto rodeadas de gaviotas en busca de alimento. Es un verdadero espectáculo visual, que no por habitual deja de ser atractivo, una estampa digna de contemplar e inmortalizar. Tras las maniobras de entrada y amarre comienza la descarga de las capturas del día. Cajas y cajas de fresquísimo pescado y marisco que son llevadas a la lonja para su venta.
De la gestión de venta de pescados y mariscos en la Lonja de La Vila Joiosa se encarga la Cofradía de Pescadores. Así cada tarde, de lunes a viernes, a partir de las 17 horas mayoristas, restauradores, curiosos y turistas llenan las gradas de esta lonja en la que se ‘subasta a la baja’ los pescados y mariscos. Los jueves y viernes aumenta el volumen de venta ya que las embarcaciones que faenan en Baleares traen también sus capturas. La subasta finaliza cuando está ‘todo el pescado vendido’.
Desde el puerto pesquero, además de sentir la brisa y el aroma del mar, balancearnos con el suave vaivén de las barcas amarradas y sumergirnos en una faena dura y tradicional como es la pesca… Desde él podemos disfrutar de unas increíbles visitas a la bahía de La Vila Joiosa, que bajo ningún pretexto debemos perdernos.